Por fin tengo una bici para dar
paseos, ir a la compra, ir a la estación del metro etc. Aquí todo el mundo
tiene bici, aunque si llueve se ven pocas por la calle. Lo malo es que aunque
haga bueno más te vale ir con el fular para no congelarte.
Yo esta semana pasada ya he
probado a ir a la estación de metro en la bici. El primer día estaba algo
preocupada por si me la robaban en la estación. Pero la dejé con mi doble
candado y no pasó nada. Lo complicado fue encontrar un sitio para aparcar.
Se va mucho mejor en bici que
andando, se llega en una patada, además la posición es mucho más cómoda que en
las bicis de montaña.
Lo que aún no tengo depurado es
subirme a la bici como hacen las señoras alemanas, ellas llevan un pie en el
pedal y con el otro se van impulsando como en un monopatín pero sin llevar la
bici entre las piernas. Es complicado de explicar así que es mejor que vengáis
a verlo, jejeje.
La cuestión es que la gente de mi
estatura lleva ruedas más grandes que las de mi bici (26”), como las de Ru que
son de 28”. Yo he probado esas bicis pero son demasiado altas para mi. Poco a
poco, de momento voy a ir cogiendo soltura y luego ya me pasaré a la siguiente
categoría.
Esta semana también he ido a
hacer turismo en bici hasta el súper. Cómo llegué rapidito me fui a la aventura
en busca del Lidl que esta en el barrio de al lado llamado Chorvailer. Conseguí
llegar sin problema y en 12 min ya estaba allí, lo malo es que cuando llegué se
puso a llover, así que tuve que volverme rápido para casa.
Ahora lo único que me queda es
conseguir una cesta para la bici y no tener que traerme la comida en la
mochila.
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